Estos cuatro rasgos humanos son imposibles de aplicar para la inteligencia artificial

La inteligencia artificial se caracteriza por imitar el modo de pensar del ser humano e incluso tiene un campo de estudio propio conocido como computación cognitiva.

El mundo entero se ha mostrado sorprendido por los rápidos desarrollos de la inteligencia artificial (IA) y gobiernos como el de Estados Unidos han advertido que aunque aprende a efectuar muchas de las tareas que realizan los humanos, la AI plantea riesgos, y por su puesto, también tiene sus límites.

Precisamente el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, advirtió sobre el “enorme” riesgo de la AI en una reunión en la Casa Blanca con los jefes de los gigantes tecnológicos, que se comprometieron a protegerse de los ciberataques, los fraudes y la desinformación.

“Es asombroso”, aseguró Biden, quien destacó que hay una “enorme, enorme promesa de la IA, tanto de riesgo para nuestra sociedad y nuestra economía como para nuestra seguridad nacional, pero también de increíbles oportunidades”.

Por eso, las empresas acordaron desarrollar “mecanismos técnicos sólidos”, como sistemas de marcas de agua, para que los usuarios sepan cuando un contenido ha sido generado por IA y no por personas.

Está claro que la AI se caracteriza por imitar el modo de pensar del ser humano e incluso tiene un campo de estudio propio conocido como computación cognitiva, basado en el reconocimiento de patrones y procesamiento del lenguaje humano para tratar de simular el cerebro.

Lo cierto es que pese a todo este desarrollo, a la inteligencia artificial le resulta imposible adoptar al menos cuatro rasgos humanos que fueron recogidos por la BBC y que los desarrollos tecnológicos no pueden transferirle a las máquinas.

1. No tienen la capacidad de aplicar la ética

Uno de los aspectos humanos que la inteligencia artificial no tiene es la ética, debido a que solo sigue una serie de parámetros preestablecidos por el humano sobre lo que debe hacer y diferencia por sí misma una serie de normas sociales definidas como buenas.

Esto quiere decir que a diferencia del ser humano, la inteligencia artificial no puede diferenciar por sí misma lo que está bien de lo que está mal socialmente hablando, pero sí puede ser programada para tener una serie de reglas establecidas.

Por ejemplo, actualmente el ChatGPT no puede dar acceso a la internet profunda, también conocida como deep web, ni tampoco puede divulgar contenido considerado como sensible, lo que se traduce en que por ahora puede ser programada para cumplir una serie de reglas socialmente aceptadas.

2. No cuenta con capacidad de generación voluntaria

La inteligencia artificial no cuentan con la capacidad de generar espontáneamente acciones por voluntad propia y no están motivados por impulsos para tomar decisiones, como ocurre con los humanos.

En el caso del ser humano resulta imposible ignorar las necesidades biológicas básicas que suelen generan los impulsos, como en caso de la sed, que nos lleva a buscar líquido para saciar esa necesidad sin pensarlo demasiado, pero la máquina no tiene impulsos.

Al respecto, la BBC reseñó que no existe inteligencia artificial que genere conocimiento o realice acciones espontáneamente como lo hacen los humanos, debido a que no cuentan con esa capacidad.

3. La inteligencia artificial no tiene intención para hacer las cosas

La intención le permite al ser humano actuar movido por un genuino deseo interior, lo que se traduce en que está vinculada al deseo que motiva una acción y no simplemente a su resultado o consecuencia.

Esta es una característica con la que no cuenta la inteligencia artificial, ya que no tiene un concepto de ética ni de moral, debido a que se encarga de cumplir una serie de acciones para las que fue programado, lo que deja la intención al programador.

4. La IA no tiene remordimiento como los humanos

Después de cada acción, el ser humano tiene la capacidad de mirar en retrospectiva y evaluar sobre lo que hizo, pero la inteligencia artificial se encarga de cumplir las labores para las que fue creado sin necesidad de concluir si están bien o están mal.

Al respecto, la BBC señaló que la IA no tiene remordimientos de sus actos, que es un aspecto fundamental de la ética y la moral, ni sufren ni siente dolores. Además, no tiene opinión propia porque todas sus capacidades se las programa el humano.

Fuente: El Colombiano